VIRGENCITA DE POMPEYA
(poema)
Entronizada
en un barrio humilde y patrona del pobrerío
Tus
sabios dones ansío con toda mi fe cristiana,
Por
ser santísima hermana del que llega hasta tu altar
Un
sufrido creyente más que tu bendición reclama...
Sos
la eterna soberana que habita el barrio orillero
De
asalariados obreros, madres, novias y hermanos,
Para
pedir de tus manos elevadas hacia el cielo
El
renovado consuelo de que todos sean loados...
En
tu sitial sagrado, tan austero y recoleto
En
señal de respeto guarda el malevo el facón,
Se
arrodilla con unción, levanta altivo su frente,
Y
te pide humildemente le concedas el perdón
Pues,
en alguna ocasión ha sido un penitente...
O
tal vez aquel creyente que en forma desesperada
Vino
a pedirte la nada porque todo había perdido,
La
familia, los amigos, porque el vicio lo venció,
Y
le devolviste el honor por haberlo redimido
Dándole
calor y abrigo con la gracia del perdón...
Virgencita
de Pompeya te juro por mi salud
Que
le diste la virtud a mi mano temblorosa,
Tan
frágil cual una rosa sacudida por los vientos
Para
expresarme contento con sentida devoción.
Por
cristiano y por varón con estos versos sencillos
Queriendo
resaltar el brillo de tu santa bendición,
Jurándote
por mi honor que al apagarse mi estrella,
Seguirá
un duende las huellas de mis súplicas devotas
Y
la fe que nunca es poca, por ti, Virgencita de Pompeya.
Letra : Osvaldo
France (Osvaldo Francella)
Música : ---
(colaboración enviada
por su autor, el amigo Osvaldo Francella. 05-2016)