El CABALLERO CANTOR

(poema)

 

 

Le cantó a la infiel mazorca de la época rosista

Con la emblemática arista de un trovero soñador,

Y en la heráldica expresión de su arte soberano

Fue en el decir ciudadano el caballero cantor,

Aquel que dejó una flor en los balcones y rejas

Con los suspiros y quejas de una promesa de amor...

 

Caballero y galán cantor, un trovador de otros tiempos

Pues, mostró su sentimiento con canciones inmortales,

Un zorzal entre zorzales con su estilo personal

Y en su pecho un caudal que le brotaba a torrentes,

Como un gemido doliente de un alma que sufre y llora

O como un ave cantora que en las auroras se siente...

 

Con su estampa preeminente de una sutil altivez

Le brindó su calidez a la bordadora de San Telmo,

Quedaron mustios y yermos los jazmines de San Ignacio

Como un bendito prefacio de los Violines gitanos,

Que de pena habrán llorado por La viajera perdida

Cual una profunda herida de truncos amores paganos...

 

Los balcones se han cerrado porque les falta el embrujo

Que ayer brotaba al influjo de su eterna gallardía,

Ya no está en Santa Lucía la hermosa y rubia pulpera

Junto aquella guitarrera del antiguo San Nicolás,

Hoy el barrio se encuentra en paz, triste, descolorido

Pues, su viejo cantor se ha ido, Dios sabe donde andará.

 

 

Al inolvidable Caballero Cantor don Ignacio Corsini.

 

 

Letra : Osvaldo France  (Osvaldo Francella)

Música : ---

 

 

(colaboración enviada por su autor, el amigo Osvaldo Francella. 07-2013)

 

 

AtrásMenú Principal