DEL PARQUE
(poema)
“Te
fundo en la noche larga,
de trampas, sueños y yeites”.
Juan
Carlos
Fui de Parque Patricios,
atalaya del tango
Donde hicieron estela
Firpo, Manzi, Centeya,
José Rial y Barbieri, Ángel
Vargas, Discépolo
Y que fui abandonando,
persiguiendo una estrella.
Con esto dejo claro qué
bondi me retorna
Hacia aquel piberío de mi
infancia quemera,
Rastreando el sur perdido
de los versos de Homero
Como el rumbo certero de mi
vieja gomera.
Hogañas madrugadas,
recaladas de antaño
Germinadas en fintas,
corridas y hamacadas,
Porque aunque el destino
diseñara destierros
El tango, ese suncho, dejó
un feite en mi alma.
Gastada geografía de
profundos zaguanes,
Paredes castigadas por
soles oxidados,
Que conservan vestigios de
mis calcomanías
Sobre filias y fobias,
aventuras y amores.
Estoy siempre volviendo a
Caseros y Luna,
A un feca y ese sánguche
“para mí bien cargado”,
Aunque acuse la mesa un menos
diez chinchonero
Por la cruel borratina en
la barra lontana.
Me lubriqué en tangos
viejos paridos en Corrales:
La piba “Milonguita” de la
calle Chiclana,
“El amanecer” de Firpo
urdido en un tranvía,
La cortada de Arena cantada
por Centeya.
El Parque es ese rioba que
me sigue esperando
Cansao de que me estrole en
refalosas cucañas,
Y mis borrosas hazañas sean
sólo ceniza
Como aquel primer pucho que
aplasté en la vereda.
Letra : José María Otero
Música : ---