A EDUARDO AROLAS
(poema)
Gambeteando
los recuerdos enganchados con la historia
Quiero
evocar la memoria de un genio del arrabal...
Con
la humildad del percal y fragancia de una rosa
Su
obra más que enjundiosa mantiene plena vigencia,
Por
su arte, por su ciencia, que es perenne como el mar...
Su
elegancia proverbial fue distinción del compadre
Para
tallar donde cuadre empuñando un bandoneón,
A
cuestas con su intuición fue aplaudido en La Buseca
Y
también su biblioteca desplegó en El Estribo,
Además
fueron testigos habitués del Botafogo y T.V.O.
Luego
a París se marchó del brazo con la bohemia
Y
así fue como la anemia poco a poco lo abatió,
Solo
y triste se quedó por las miserias humanas,
Que
fueron ahondando el drama para llegar al final
Poniéndolo
en el umbral de una muerte temprana...
Su
leyenda es soberana y la gente no la olvida
Con
Rawson, La Cachila, Derecho viejo, El Chañar,
Catamarca,
El volcán, El Marne y Tres y dos,
La
trilla, Comme il faut y Fuegos artificiales
Son
las joyas inmortales que su pueblo recogió...
Arrabalero
crespón llevo en el alma y la mente
Porque
su genio está ausente y su musa flota en el aire,
Donde
un duende compadre escondido en un rincón,
Reencarnado
en un gorrión entre travieso y arisco
Lo
conmueve al obelisco cuando gime un bandoneón.
Dedicado a un genio de
la guardia vieja como prueba de admiración
Osvaldo France.
Letra : Osvaldo
France (Osvaldo Francella)
Música : ---
(colaboración enviada
por su autor, el amigo Osvaldo Francella. 02-2016)