A DON GREGORIO TORRES

(poesía)

 

 

De nuevo vuelvo a pulsar la lira

Que tantas veces compartí contigo,

Un sentimiento de gratitud me guía

Para cantarte a ti, mi viejo amigo.

 

El momento es propicio

Hoy me es dable aprisionar los tonos más diversos,

Para ornar tu cabeza venerable

Con la diáfana aurora de mis versos.

 

Vuelco en el rimo la mejor idea

Pongo en mi lira una cuerda de oro,

Quiero que el canto que te brindo sea

Como tu:” ¡Viva el pueblo!”, de sonoro.

 

Grito entusiasta que de tu pecho brota

Y tu garganta a los espacios lanza,

Y en el ambiente interminable flota

Como un hálito proficuo de esperanza.

 

Árbol vetusto con ramajes tiernos

Crepúsculo figurando un mediodía...

Y pensar que con setenta y seis inviernos

¡Te conservas enhiesto todavía!.

 

Yo llegué a ti como se llega a un templo

El ama enferma y la fe perdida,

Y hallé en tus palabras y en tu ejemplo

La panacea bienhechora de mi vida.

 

Me alimenté con la savia de conducta

Que emana de toda tu existencia,

Para seguir, como tú, la misma ruta

La frente altiva y limpia la conciencia.

 

Saturado de esa fe, néctar divino

Antídoto a todos los venenos,

Pesa menos mi cruz en el camino

Las espinas en mi frente hieren menos.

 

Por eso hoy vengo con el gran orgullo

De la retribución, de mi albedrío,

A devolverte un algo de lo tuyo

Entregándote un algo de lo mío...

 

De la simiente el sazonado fruto

Son mis acciones por tu buen consejo,

Ese ha de ser de mí, el mejor tributo

Que en alegría a tu vejez yo dejo.

 

Y con un: “¡Viva el pueblo!”, expresión clara

Donde todo tu entusiasmo es el resumen,

Nimbo de tu augusta ancianidad preclara

Con el canto más sonoro de mi númen.

 

Letra : Guillermo Riz  “Pantaleón”

Música : ---

 

 

(Del libro “Barrios de tangos y otras yerbas” de Héctor Nicolás Zinni, según

un relato del Dr. Nicolás Costantino)

 

 

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