CERTIFICAO
(milonga)
Mirá, mi negra, si un día
La suerte me abre el candao,
Te juro que de cambiao
Ni vos me conocerías.
No más hombre de avería
Ni escolaso, ni almacén,
Pa´ no seguir este tren
De andar pasándola en cana,
Porque el día de mañana
Quiero ser hombre de bien.
La luz me llama a tirones
Y nunca como esta vez,
Quisiera acercarme al juez
Pa´ explicarle mis razones.
A mis burdas pretensiones
No sé qué valor dará,
Pero “si el de más allá”
Me tendiera una manito,
Te juro que muy prontito
Mi suerte me cambiará.
Un nuevo sol y otra vida
Vendrán a abrirme el portón,
Pa´ alumbrar mi corazón
Perdido en malas partidas.
Mientras tanto en la guarida
De mi encierro desolao,
Voy contando arrinconao
Las horas de mi gayola,
Porque te he dejao tan sola
Cuando más me has precisao.
Sé bien que pronto un purrete
Irá a adornar el bulín,
Y yo con gran berretín
Ya le preparo el juguete.
Ni bien salgo de este brete
Tendré patente de honor,
Y olvidando el resquemor
De mis andanzas compadres,
Voy a abrir mi alma de padre
Pa´l purrete de mi flor.
Así terminó el malevo
Su carta sentimental,
Deseando purgar su mal
Pa´ oficiarla de hombre nuevo.
Y cuando llegó el relevo
Y se le puso a su lao,
Le dijo al uniformao
Poniendo el sobre en sus manos:
“Por favor, guardián hermano,
mándelo certificao...”
Letra : Marsilio Robles
Música : Armando Pontier (Armando Francisco Punturero)
Grabada por la orquesta de Francini-Pontier
con la voz de Julio Sosa.