BESOS QUE MATAN
Bajo el palio de magnolias y de acacias
En tus brazos hechiceros quedé preso,
Y rendido ante la savia de tus besos
Adoraba tu belleza de Beatriz.
Yo he bebido la fragancia de tu aliento
En tu boca cual perfume de azucena,
Y mil veces, porque fueras siempre buena
Al mirarte, toda mi alma puse en ti.
Recuerdo que en las citas
Tu boca de Afrodita,
Tembló cual margarita
Que azota el vendaval.
Mas después de esos días
Se puso tu alma fría,
Y ansiaste en las orgías
Tu vida deshojar.
Por tu culpa luego fuiste Mesalina
Sin dolerte de mis súplicas ardientes,
Y rodaste hasta el abismo, indiferente
Salpicada de lascivia y de maldad.
Y hoy, al ver que te ha doblado el infortunio
Siento lástima y dolor por tu caída,
Pues comprendo que en las sombras de tu vida
Un destello de esperanza nunca habrá.
Y tanto que agoniza
El amor pulveriza,
Los besos y las risas
De tu bella ilusión.
Y en vano es que yo espere
Y que te ofrezca, amoroso,
El gesto venturoso
De noble redención.
Letra : Eugenio Cárdenas (Asencio Eugenio
Rodríguez)
Música : Guillermo Desiderio Barbieri
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