AYÚDAME

 

 

 

Oyendo el Ave María

Surgió de pronto una voz,

La voz me dijo: confía

En la fe de un mañana mejor.

Estoy herido de agravios

No tengo fe ni ambición,

Retazo soy de una vida

Sin amigos, sin luz, sin amor.

 

¡Ayúdame!

Ayúdame, Dios mío

¡Ayúdame!

Y enséñame el camino.

Yo quise ser

Tan bueno como el mismo pan,

Pero la gente, cruel, brutal,

Me arrebató la dicha.

¡Ayúdame!

Ayúdame, Dios mío.

 

Oyendo el Ave María

Surgió de pronto una voz

La voz me dijo: confía

En la fe de un mañana mejor.

Después del largo camino

El alba extiende su amor,

Verás qué tierno el regreso

En la paz de una dulce ilusión.

 

Letra : Alejandro Romay  (Alejandro Argentino Saúl)

Música : Riel  (León Lipesker)

 

Grabado por la orquesta de Rodolfo Biagi con la voz de Hugo Duval.

 

 

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