AQUEL MUCHACHO TRISTE

(1929)

 

 

Llegaste a este barrio, aquella tardecita

Trayendo tu alegría como una bendición,

Y nuestra muchachada al verte tan bonita

Retuvo en sus pupilas tu mágica visión.

Los mozos más apuestos, tenorios insinuantes

Vertieron en tu oído, ternuras sin igual,

Ni te faltaron cartas, rimadas y galantes

Desde el vulgar versito al fino madrigal.

 

Y en las noches silenciosas

Al pie de tu humilde reja,

Un cantor alzó las quejas

De sus penas angustiosas.

Y su amoroso lamento

Iba volcando en el viento,

Sus palabras armoniosas

Mientras que el grito de su alma

No hería la dulce calma

De la dueña de su amor.

 

También vos palpitaste y un día conociste

La dicha más suprema – sentir una pasión –

Y aquel muchacho bueno, tan pálido... tan triste...

¡Quién sabe con qué frases ganó tu corazón!

Y viendo que hoy te casas, el barrio entristecido

Presiente que otra piba más linda no ha de hallar,

Y aquellos que te adoran, al ver que te han perdido

Quién sabe cuántas veces tu ausencia han de llorar.

 

Letra y música : José Pedro De Grandis

 

Grabado por Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras. (sello Odeón Nº 18.279, el 28–06–1929)

 

 

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