AMABLEMENTE

 

 

 

La encontró en el bulín y en otros brazos...

Sin embargo, canchero y sin cabrearse,

Le dijo al gavilán: “Puede rajarse,

el choma no es culpable en estos casos”.

 

Al quedarse bien solo con la mina,

Buscó las alpargatas y, ya listo,

Murmuró cual si nada hubiera visto:

“Cebame un par de mates, Catalina”.

 

La grela, jaboneada, le hizo caso.

El tipo, saboreándose un buen faso,

La mateó, chamuyando de pavadas...

 

Y luego, besuqueándole la frente,

Con toda educación, amablemente,

Le fajó treinta y cuatro puñaladas.

 

Letra : Iván Diez  (ó A. Timarni; seudónimos de Augusto Arturo Martini)

Música : Edmundo Rivero  (Leonel Edmundo Rivero)

 

Grabado por Edmundo Rivero con acompañamiento de guitarras.

 

 

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