A ESO DE LA ORACIÓN

 

 

 

Muere la tarde cansada,

No hay una gota de fresco,

Y en el jagüel, la majada

Mastica su aburrimiento.

En brazos del desaliento

Un boyero sudoroso,

Sigue el trabajo forzoso

Hasta llenar la bebida,

Ya tiene el alma curtida

Y apenas es un mocoso.

 

El sol, que estuvo radiando

Desde que asomó la vista,

A otra región, fastidiado

Emprende su larga fila.

Un gran aliento respira

La madre naturaleza,

Se estremece la maleza

Que esconde un mundo de vida,

Y en la campaña dormida

Reina una santa tristeza.

 

Todos los bichos del campo

Buscan refugio en sus nidos,

Solamente los chimangos

No dan reposo a sus picos,

Los teros, que son milicos

Están con el ojo alerta,

Y la lechuza en la puerta

De una casa imaginaria,

Se siente la propietaria

De la llanura desierta.

 

Letra : Claudio Frollo  (Carlos Raúl Attwell Ocantos)

Música : Carlos V. G. Flores  (Alejandro Carlos Vicente Geroni Flores)

 

 

(colaboración enviada (letra) por el amigo Eliot Wilson. 03-2015)

 

 

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