A ERNESTO SÁBATO
Fatal,
profunda y gris
Tu
voz tumbó cien torres de marfil.
Clara
como estrella que se agita en la penumbra,
Recta
como lanza que atraviesa el de la zurda.
Túnel
sin fondo, tu corazón
En
la tiniebla más atroz tu sangre igual resplandeció.
Despierto
en la mitad
De
un sueño sin edad,
La
noche te dejó sin luna
Pero
nunca sin soñar.
Y
en esa larga oscuridad
Qué
forma de guapear,
Por
seguir compadre del lucero,
Y
esperar un sol, una verdad
La
pluma por fusil y un reino que ganar.
Quien
quiera ver,
Tan
sólo tiene que saber mirar
Con
este rayo de luz...
Para
renacer,
La
noche nos dará
La
seña de la Cruz del Sur.
Tenaz
como un clarín
Tronó
sin paz tu voz antes del fin.
Justa
como el ángel al final de la Escritura,
Viva
como el héroe que se yergue de la tumba.
Vuelto
una antorcha tu corazón
Por
mil caminos de inquietud tu sangre en otra sangre ardió.
Letra : Hernán Genovese
Música : Leopoldo
Federico,
Raúl Garello (Raúl Miguel Garello) y
Roberto Grela (Roberto León Grela)
Grabado por Hernán
Genovese con el acompañamiento de Leopoldo Federico y cuarteto.
(letra obtenida de la
grabación)