PRESAGIO

(vals)

 

 

Entre picos altos de cerros cuyanos

En un rancho viejo de paja y terrón,

Se muere un coyita y sus padres ancianos

Le piden al Cristo por su salvación.

 

El viento les trae, del cuervo, el graznido

La perrada hambrienta no deja de aullar,

De ánima en pena parecen aullidos

Que aumenta en la madre, su hondo penar.

 

Salí al sendero y matalos, Cipriano

Ahogá con tus manos su aullido agorero,

No ves que a tu hijito, lo quieren ver muerto

Matalos, Cipriano, que el presagio es cierto.

Mirá sus ojitos, cómo parpadean

Parecen estrellas que están por caer,

Coyita se muere, su almita se llevan

Ya nunca viejito, lo vamos a ver.

 

Salió al sendero dispuesto a matarlos

Los perros eran sombras que daban terror,

Sus aullidos fieros no pudo callarlos

Y ahogó en un sollozo, su horrible dolor.

 

Oyendo a su gaucha, “Matalos que es cierto”

Volvió en silencio, volvió sin matar,

La encontró diciendo: “Coyita se ha muerto”

La perrada hambrienta, cesaba de aullar.

 

Letra : Enrique Lary  (Enrique Lary Storch)

Música : Diego Centeno  (Diego José Centeno)

 

Grabado por el dúo Roberto Guerra – Pedro Noda con guitarras. (sello RCA N° 39.777, M. N° 84.034, 03-11-1942)

 

 

(letra obtenida de la grabación) (con colaboración del amigo CésarElEmperador)

(colaboración enviada (grabación) por el amigo Amílcar Federico Ballada. 11-2013)

 

 

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