AL POETA DEL SUBURBIO
(1952)
Yo
te evoco, Negro Cele, con cariño sacrosanto,
Te
recuerdo, tanto y tanto, que pa´ mí sos inmortal.
Sos
el taita arrabalero, sos un tigre, rey del fango
Que
adornaste de oro el tango con tus versos de arrabal.
Sos
la gloria que en la cumbre vives, Negro, perdurable
Como
el astro inolvidable que tus versos engalanó,
Hoy
la voz eterna y dulce del Morocho formidable
Va
diciendo por los aires, Cele Flores no murió.
Sos
el gotán bien compadre
Clima
y yeite callejero,
Sos
el baluarte oriyero
Filtrado
en un bandoneón;
Vibra
tu alma sensiblera
Timón
de los ruiseñores,
Sos
el tango Negro Flores
Que
sale del corazón.
Tu
marote vichadero empalmó en los tangos reos
Al
jaileife, al quinielero, al terraja y tiburón.
Evocaste
a la madre, al purrete y al malevo,
A
la paica y al burrero, al goruta y al matón.
Hoy
el tango está de duelo, gimen fueyes rezongones
Se
empilcharon con crespones, gacho, lengue y el percal,
Vos
no has muerto, Negro Cele, vivís en los corazones
Como
vive nuestro “mago”, el cantor del arrabal.
Letra : José Paradizo
Música : Carlos Acuña (Carlos Ernesto Di Loreto)