AL MAESTRO DE CANTO

(vals)

 

 

 

En tu cuarto volaban las aves

Que buscaban su nido en la voz.

Nuestros labios seguían tus manos,

Y sobre aquel piano

Cantaba hasta Dios.

 

Te recuerdo, los brazos al aire

Y en tus ojos cerrados, la flor.

De una estrofa brotada en la tarde,

Que es como un alarde

Que borda el cantor.

 

¡Cuántos trinos la vida guardaba!

Pentagramas de tu corazón.

Por tu barba los grillos reían,

Con la melodía

Que el viento aprendió.

 

Pero un día, los años llegaron

Sin corcheas, la muerte avanzó.

Un silencio cayó sobre el piano,

Y un brazo lejano

Su tapa cerró.

 

Ya no suelo buscar tu cuaderno

Que en la estela del tiempo quedó.

Si la noche escondió bajo llave,

La música suave

Del viejo rondó.

 

Hoy, tu alma solfea en el cielo

Y es la misma canción del ayer,

Que mi infancia dejó en tus atriles,

Y en notas febriles

Que quieren volver.

 

Letra : Roberto Díaz

Música : Reinaldo Martín  (Oscar Reinaldo Fritz)

 

 

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