JUAN SIN ROPA
Fue Juan Sin Ropa un pobre
paisano
Que abandonó cierta vez sus
tristes pagos,
Y por buscar en su vida más
halagos
Se encaminó derechito a la
ciudad.
Pero
la urbe comenzó a marcarlo
Llegó la noche y la luz lo
encandilaba,
Y tanto ir y venir lo
aturrullaba
Perder la noción de la
verdad.
Pero una vez una mujer
Que por su lado vio pasar,
De golpe lo hizo despertar
Como si volviera a nacer.
Él un piropo le largó
Pero ella, con indignación,
De gaucho bruto lo calificó
Y lo avergonzó sin
compasión.
Y Juan Sin Ropa al verse
humillado
Por la mujer que creyó ser
una diosa,
Juró que al fin llegaría a
ser su esposa
Aunque después se tuviese
que matar.
Y desde entonces trabajó
tan fuerte
Que poco tiempo después ya
figuraba,
En lo mejor del comercio y
disfrutaba
De admiración y de un regio
bienestar.
Y cuando de nuevo encontró
A la que lo trató tan mal,
Le dirigió un piropo igual
Pero ella graciosa sonrió.
Se hizo, entonces,
conocer...
Ella se supo disculpar,
Y en esa forma pudo conquistar
El gran corazón de una
mujer.
Letra :
Francisco Bastardi (Francisco Antonio
Bastardi)
Música : Antonino Cipolla (Antonino
Adelino Cipolla)