CAPILLITA LIMEÑA
(vals)
Entraste al templo
Sollozando... sollozando...
Y tus ojitos me miraban...
me miraban.
Cómo estaría de triste toda
mi alma,
Que aún sabiendo que te
casas
Enseguida fui hacia ti.
Como estaría de triste toda
mi alma,
Que aún sabiendo que te
casas
Enseguida fui hacia ti.
Tomé tus manos
temblorosas... temblorosas
Y sentí entonces mucho
frío... tanto frío,
Que las dejé que se me
fueran, de un anillo prisionero
Que la alejaban de mí...
Que las dejé que se me
fueran, de un anillo prisionero
Que la alejaban de mí...
¡Ay!, Capillita Limeña,
testigo de nuestro encuentro
Que fuera el último
encuentro, de un corazón que murió.
¡Ay!, Capillita Limeña,
testigo de nuestro encuentro
Que fuera el último
encuentro, de un corazón que murió.
Letra : Carlos
Dato (Juan Carlos Augusto Dato)
Música : Luis
de Olivel (Luis Alberto Olivella)
Grabado
por la orquesta de Alfredo De Ángelis con la voz Carlos Aguirre. (sello Odeón, 28-12-1967)
(letra
obtenida de la grabación)
(colaboración
enviada por el amigo Amado Lafuente. 10-2008)