A LO MAGDALENA

 

 

 

 

Su historia empezó una tarde,

En el preciso momento

En que fue a dar a un convento,

Pues según ella contó,

Su mama la abandonó

En el Mercado de Abasto,

Y atorrando en un canasto

Una monja la encontró.

 

Después de cumplir los quince

Dio el primer paso fulero,

Se acoyaró a un quinielero

Creyéndolo un buen partido.

Era un negrito fornido

Que, por ser rana y de oficio,

Cuando entró a junarle el vicio

La empezó a fajar tupido.

 

Y al cabo de cierto tiempo

De aguaitiñar tanta biaba,

Cayó de suerte la taba

Y su premio fue un mishé.

De aquí en más, lo que yo sé

Es que éste adornó su frente,

Además de un regio ambiente

Por Larrea y Santa Fe.

 

Y así, como en pleno mate

En el que el agua se acaba,

Se cortó lo que se daba

¡Muy poco el piolín se estira!

Nadie por ella suspira,

Su escracho destila pena,

Y hoy llora a lo Magdalena

Al escuchar Yira Yira.

 

Letra : Luis Alposta  (Luis Alfredo Alposta)

Música : Daniel Melingo

 

 

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