TRISTE REVELACIÓN
La clara luz de la luna
En el éter asomaba,
Y de curiosa alumbraba
La vidriera de un café.
En el interior se oía
El lamento, tristemente,
Y un reloj que lentamente
Con su alma indiferente,
Puntualizaba las diez.
De pronto cruza el dintel,
apresurado y airoso
Un joven enamorado que
recuerda su querer,
Invitando cordialmente, se
manifiesta dichoso
Por un serio compromiso que
acaba de contraer.
Siente frescas las caricias,
amorosas de su amada
Y sintiéndose cautivo en
las redes del amor,
Valeroso y satisfecho,
cumplió la palabra dada
Sin pensar que en otra
parte, mataría una ilusión.
Mientras tanto la “vitrola”
Con sus mágicos primores,
Iba derramando flores
De Magaldi y de Gardel.
Y la joven “vitrolera”
Que el relato había
escuchado,
Dejando el disco olvidado,
Miró un momento a su amado
Con un sollozo y se fue.
Letra : Conrado
D´Aiello
Música : Nicolás
Vaccaro
Grabado
por la orquesta de Ricardo Malerba con la voz de Orlando Medina. (06-03-1944)
(colaboración
enviada por el amigo Amado Lafuente. 06-2008)