AMOR DE TANGO
La espalda de la silla se
abrigó,
Con trapos que el pudor
Perdió en clave de sol;
Como un dulce pecado de
estación,
La danza entreveró
Dos cuerpos en un son.
Perfume a tres jazmines de
ocasión,
Que beben la humedad
Del cuarto de alquiler;
La radio cicatriza el
corazón,
Sonando el tango aquél
Que arrulla un bandoneón.
Y en el ocaso de la noche
añeja
La melodía va trazando
huellas,
Como un hechizo a la
ansiedad,
Como un mensaje a la
virtud,
El tango habita con su
eterna juventud.
Y en el preludio de la madrugada
Se endulza el jugo que
brotó una pena,
El mundo se hace plenitud,
La fantasía, realidad,
Se fue el dolor y se llevó
la soledad.
Nació de la milonga esta
pasión,
De espíritus en flor
El tango los pegó;
Historia de suburbio sin
reloj,
Sensual revolución
De abrazos y emoción.
La lluvia amaneció tras el
cristal,
Golpeando en la ilusión
De un porvenir de sal;
Y un pájaro insolente se
quedó,
Prendido en el balcón
Cantándole al amor.
Letra : Marta
Pizzo (Marta Susana Pizzo)
Música : Quique
Rassetto (Enrique Walfrido Rassetto)