SILUETAS DE
Cuando en la pampa, la luz
se aleja
Y brotan perlas en el jardín,
Una voz triste como una
queja
Lánguidamente canta sin
fin.
Ella me dice, que en mí
pensando
Inmóvil mira al cielo azul,
Y me repite, lo que
llorando
Lo que llorando me dices tú.
Y cae la noche llena de
estrellas
Como mortaja a un día de
sol,
Y me parece cada una de
ellas
De ésos, tus ojos, divino
resplandor.
En una iglesia el Ángelus
tocan
Y una cieguita hace su
oración,
Dos pobres viejos, penas
evocan
Penas amargas del corazón.
Todo es oscuro, todo es
sombrío
Calles desiertas, suburbios
en paz,
Sólo un malevo, flagela impío
A un cruel rezago de la
ciudad.
La voz aquella, sigue
cantando
Dulces estrofas de amor,
pasión,
Mientras
Y tú me envías, el corazón.
Letra y música
: Príncipe Cubano (Ángel Sánchez
Carreño)
Grabado
por Agustín Magaldi con guitarras. (sello Brunswick entre 1929 – 1932)