POBRE MADRECITA

 

 

 

Sentada en una silla, sola frente al champagne

Hay una milonguita de muy tierno mirar,

Una perla en su cara se ve lenta rodar

Es la pobre mamita que llora, a su nena que enfermita está...

 

La tierna madrecita desconsolada llorando está

Porque recuerda que allá en su casita,

La pobre nena la llamará y en el derroche de alegría

Siente como un reproche: ¡Mamá!... ¡Mama!...

 

Pobre la madrecita, donde palpita tanto dolor

Tuvo que dejar sola a ese pedazo del corazón,

Debe bailar el tango, brindar caricias, fingir amor

Nadie tiene por ella, ni una palabra de compasión.

 

Su linda nena rubia, de ojos azules de querubín

Está muy enfermita, da mucha pena verla sufrir,

La tierna milonguita, que es madrecita, debe sentir

Y en el silencio ruega: ¡Oh, Virgen mía, se va a morir!...

 

Madrecita del alma, que así llorando estás

Tan silenciosamente mientras bebes champagne,

No hay uno que comprenda tu íntimo dolor

Lo que pasa en tu alma, madrecita, sólo lo saben tú y Dios.

 

Letra : Juan Andrés Caruso

Música : Ángel Greco

 

Grabado por Carlos Gardel con guitarras. (sello Odeón Nº 18. 105) (1924)

 

 

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