EL ABANDONO

(vals)

 

 

¿Por qué te avergüenzas? ¡Tu hijo es sagrado!
No es tuya la culpa de un mundo tan cruel,
Que siempre condena llamando “pecado”
El fruto que nace de un dulce querer...
Si tú lo has querido, si tú lo has deseado
Enfrenta a ese mundo con toda tu fe,
Y no te avergüences del hijo adorado
¡Jamás lo abandones y lucha por él...!
 
¡Oh, madre!, ¡Tu hijo es amor...!
No es calvario, ni es pena, ni es cruz,
No es martirio, tampoco es pecado
Es milagro de Dios, que te ha dado
De ser madre, un sendero de luz...
¡Oh, madre!, ¡Tu hijo es amor...!
No merece tener el destino,
De quedar en la cruz de un camino
Como otras lo dejan, tal vez sin dolor.
 
Ayer me contaron que una vecina
Había encontrado juntito al zaguán,
Muy de madrugada, con pocas ropitas
A un niño llorando, de días no más.
- No es una madre - decíase aquélla
Ni puede ser nunca mirada por Dios,
Un hijo es un hijo, la fruta más bella
Que pone en la vida la luz del amor...

 

Letra : Reinaldo Yiso  (Reinaldo Ghiso)

Música : Miguel Caló

 

Grabado por la orquesta de Juan Sánchez Gorio con la voz de Osvaldo Bazán.

 

 

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