AQUELLA DEUDA

 

 

 

Llegaste como un pájaro perdido
Golpeado sin piedad por la tormenta,
Y fue mi pobre cuarto como un nido
Donde pudiste reparar tus fuerzas.
Estabas al alcance de mi mano
Y quisiste pagar aquella deuda,
Yo nunca he sido esclavo del instinto
Ni acostumbro a cobrar así las cuentas.
 
Yo recordé a mi novia, la primera,
Que me dejó en las manos, su perfume,
Mi soledad, tentada, lo confieso
Me sugirió, traidora, su zarpazo.
Hubiera sido usura
Cobrarte así, lo que te había dado,
Y te dejé pasar, sin quererme cobrar
Y estabas al alcance de mi mano.
 
Sabía que llegabas acosada
Por la jauría de los hombres lobos,
Y yo quise probarte con mi gesto
Que era más hombre, así, que tantos otros.
Qué importa que sonría cierta gente
Yo me siento mejor frente a la vida,
Si yendo con alguno de tu brazo
Me saluda, cordial, tu mano amiga.

 

Letra : Julio Camilloni

Música : Mario Demarco  (Mario Domingo Lapunzina)

 

Grabado por Jorge Sobral con el acompañamiento de la orquesta de Mario Demarco.

 

 

A “Letras”   A “Autor”   Menú Principal