FRANCISCO ALFREDO MARINO

 

 

Nació en Buenos Aires el 30 de enero de 1904 y murió en la misma ciudad el 21 de marzo de 1973.

En 1926, formó dúo con Pablo Eduardo Gómez, con quien cantó en el Casino Pigall y luego en el café El Nacional. En 1927 fue guitarrista acompañante de Juan Carlos Marambio Catán; se incorporó más tarde, como cantor, a la orquesta de Carlos V. G. Flores (Carlos Vicente Geroni Flores); realizó felices excursiones artísticas por España y Marruecos y regresó a Buenos Aires en 1935 para iniciarse como actor. Durante largos años integró el elenco radioteatral de radio El Mundo.

Con el propósito de demostrar que la riqueza del lunfardo excedía el módico repertorio de términos empleados por los tangos, compuso en 1926, los versos de El ciruja, que estrenó su compañero P. E. Gómez el 12 de agosto de aquel año cuando ambos cantaban en El Nacional con la orquesta de Ernesto de la Cruz (autor de la música). Marino nunca cantó esos versos memorables que alcanzaron rápida difusión. Carlos Gardel lo grabó en 1926.

“Se considera a El ciruja como el tango lunfardesco por excelencia. Es posible que lo sea, aunque en tal caso, compartiría esa distinción con Uno y uno de Lorenzo Traverso. En la última estrofa, Marino logra el verso más perfecto que haya enriquecido jamás la literatura tanguística: campaneando un cacho ´e sol en la vedera... La miseria física, la desmoralización, no han logrado nunca expresarse de modo tan elocuente” (J. Gobello, Nueva antología lunfarda, 1972).

 

J. Gobello y J. A. Bossio

 

 

 

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