ALFREDO LE PERA

 

 

Nació en San Pablo (Brasil) el 4 de junio de 1902 y murió en Medellín (Colombia) el 24 de junio de 1935. A los dos meses se encontraba ya en Buenos Aires donde más tarde cursaría en el Colegio Nacional Mariano Moreno. Cumplida la enseñanza media, comenzó la carrera médica, pero la abandonó muy pronto para consagrarse al periodismo. Compartió la página teatral de Última hora con Julio F. Escobar; pasó luego a El Telégrafo y más tarde a El Mundo. En tanto se iba acercando al teatro como autor de textos y diálogos revisteriles.

A fines de 1928, fue enviado por El Mundo a los Estados Unidos y Europa. De esa época data su primer tango, El Carillón de las Merced (versos de Enrique Santos Discépolo y Alfredo Le Pera y música de Enrique Santos Discépolo), que estrenó Tania en el teatro “Victoria” , de Santiago de Chile y reestrenó en el “Cómico” de Buenos Aires.

Luego se radica en París y se reencuentra con Carlos Gardel, promovido por la Paramount en 1932, y se convierte en el autor de todas las películas que rodaría el cantor, desde La casa es seria (Paramount, 1932) hasta el respectivo episodio de The big broadcasting of 1936 (Paramount, 1935). Escribió a partir de entonces, gran número de letras cantables, la mayoría de ellas para letras de tango, que son las que canta Gardel en sus películas.

Le Pera trató de emplear en sus letras, un lenguaje que resultara inteligible a todo el mundo hispanófono, ampliando de ese modo, la geografía del tango. Es cierto que Gardel, con su mímica, rompía las barreras del idioma. Como el de todo gran intérprete su lenguaje era universal. Sin embargo, no por eso debe desestimarse la colaboración de Le Pera, quien, al impulsar al cantor más allá del cerrado localismo en que se desenvolvía la poética del tango, contribuyó a allanarle el camino de una extensa conquista.

 

J. Gobello y J. A. Bossio

 

 

 

AtrásMenú Principal